La tipología de vivienda popular histórica de Dalías se conforma por una serie de crujías, normalmente tres, con una anchura comprendida entre tres y cuatro metros, dispuestas paralelas a la fachada. Este esquema se complementa con  un paseo  y un huerto hacia el interior de la manzana y hacia donde se vuelca la casa.  

La segunda crujía actúa como núcleo distribuidor de la casa y donde se sitúa la escalera y una doble altura que permita la entrada de luz natural. Según la importancia de la casa este espacio es más modesto o más señorial, pudiendo llegar a ser un patio de luces con galería distribuidora.  

El esquema organizativo se vertebra en torno a un eje transversal a las crujías, que articula la vivienda tanto en términos visuales como de circulación. Este eje atraviesa el portal, la puerta de entrada, el distribuidor principal, la salida al exterior y culmina en el huerto, generando una secuencia espacial que permite la conexión visual directa entre el acceso y el huerto posterior 

En este caso, el programa arquitectónico consistía en la adecuación de la vivienda para su uso permanente a lo largo del año, garantizando al mismo tiempo la capacidad de albergar a familiares durante la temporada estival, funcionando casi como un albergue temporal. 

Intervención totalmente respetuosa con la vivienda histórica en la que se limpian los elementos superfluos para sacar el mayor partido a los espacios y su relación con el paseo y el huerto interiores.

ARQ36 Estudio